Las Vegas, Nevada.- En una noche cargada de expectativa, historia y orgullo mexicano, Saúl “Canelo” Álvarez pisó el cuadrilátero del Allegiant Stadium con la mirada firme y el corazón encendido. Frente a él, Terence Crawford, el invicto estadounidense que buscaba lo imposible: arrebatarle a Canelo los cuatro cinturones del peso supermediano y convertirse en campeón indiscutido en tres divisiones. Lo logró.
La pelea, celebrada el 13 de septiembre, fue más que un combate: fue un duelo de estilos, de épocas, de narrativas. Canelo, símbolo de perseverancia y orgullo nacional, comenzó dominando con potencia y presencia. Pero Crawford, paciente y cerebral, fue descifrando cada movimiento, cada intento de golpe, hasta convertir la batalla en una clase magistral de boxeo técnico.
The punch felt 'round the world.
— Netflix (@netflix) September 14, 2025
Relive the once-in-a-lifetime fight between Canelo Álvarez and Terence Crawford, ONLY on Netflix. #CaneloCrawford pic.twitter.com/yn8choyftJ
Al sonar la campana final, los jueces fueron unánimes: victoria para Crawford por decisión unánime. El estadio, repleto con más de 70 mil almas, guardó silencio por un instante. Luego, el aplauso. No solo para el nuevo campeón, sino para el guerrero que, aún derrotado, se mantuvo de pie.
“Una derrota no me define… vine a la vida a tomar riesgos y aquí seguiré”, declaró Canelo, con la voz firme y el rostro sereno. No hubo excusas. Solo gratitud, dignidad y promesa de seguir adelante.
🇲🇽 Más allá del ring
Para millones de mexicanos, Canelo representa más que un boxeador. Es el joven de Jalisco que se abrió paso entre golpes y sacrificios, que llevó la bandera tricolor a escenarios globales, que convirtió cada pelea en una celebración nacional. Su caída ante Crawford no borra sus logros; los enmarca en una narrativa más humana, más cercana.
Desde Puebla, donde el boxeo también tiene raíces profundas, esta derrota se siente como un llamado a la reflexión: el deporte es lucha, es riesgo, es aprendizaje. Y Canelo, como tantos otros, sigue siendo parte de nuestra historia.