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Por Soleares Jesús Manuel Hernández |
"- ¿Quién mató al Comendador?
- Fuenteovejuna, Señor.
-¿Quién es Fuenteovejuna?
Lope de Vega, Siglo de Oro de las letras españolas, obra en tres actos publicada en 1618 en Madrid, cuyo libreto es de dominio público sobre la vida y gestión de Fernán Gómez de Guzmán, Comendador Mayor de la orden de Calatrava, hombre cruel, sin escrúpulos que explotaba a sus vasallos, reclutaba por la fuerza a los jóvenes para enviarlos a las guerras y deshonraba a las mujeres de Fuente Ovejuna.
Hasta que un día el pueblo se organiza y decide liquidar al comendador. Las investigaciones llevaron a pronunciar la frase tan conocida de ¿Quién mató al comendador?
Otra frase, que se atribuye a Carlos Madrazo, pero está inserta en la literatura española es aquella de “si el pueblo dice a las 12 del día que es de noche, hay que ir encendiendo las farolas”. En ambos casos se manifiesta el poder de la crítica popular.
La referencia viene a colación por lo sucedido con la Ley Bala, así calificada y etiquetada, consistente en la iniciativa enviada por el Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, al Congreso del Estado para el uso autorizado de armamento mortal para reprimir o perseguir manifestaciones que pusieran en riesgo el orden social.
El documento fue divulgado por varios grupos a través de las redes sociales y se desencadenó un verdadero maremagnum que provocó la rectificación de última hora del Ejecutivo quien cortó y editó el documento aparecido en el Periódico Oficial y dejó colgados de la brocha a los legisladores como Franco Rodríguez. ¡Vaya ridículo!
El buscador de Google presentaba esta mañana 22 mil 800 noticias relacionadas con el tema. El hastag, etiqueta, en Twitter casi alcanzó los 2 millones de impresiones.
Pero el golpe más certero fue el de la reportera Sonia Corona que entrevistó a los líderes de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos en Puebla y subió la noticia al diario El País cuya divulgación internacional acabó por meter el tema de la #LeyBala en los ámbitos globales.
Y qué decir de la cantidad de cartones periodísticos alusivos al tema.
Así de simple. Un esfuerzo no coordinado producto de una falsa seguridad del Estado para hacer y deshacer a su antojo se topó con las nuevas formas de competencia del ejercicio del poder.
Seguramente los estrategas han tomado nota de los nuevos canales de la gestión del poder.
jesusmanuelh@icloud.com