Ingeniería electoral

Por Soleares

Jesús Manuel Hernández

¡Ufff!

Esa fue la expresión al conocerse el impacto del debate interrumpido pero retransmitido después entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero. No es para menos, se vio a Madero nervioso, inseguro con un lenguaje corporal propio de quien dice mentiras, eso aseguran los expertos.

Razones hubo varias, el peso de la campaña y la cantidad de votos indecisos a nivel nacional, pero además los medicamentos aplicados al candidato que quiere reelegirse cuyo efecto posterior es la alteración del sistema nervioso. Pero los dolores en la columna y sobre todo la necesidad de estar parado una hora sin moverse, requirieron de su empleo.

La intervención quirúrgica de la compresión radicular es impostergable, le habían notificado a Madero días antes de anunciar su decisión de buscar la reelección; en medio de fuertes dolores y ayudado de sedantes se dio a la tarea de competir, levantar los números, pero el espejo no acaba de darle buenas noticias.

Por tanto se dieron los cambios, desde Puebla se desmarcó a Eukid Castañón con una "enfermedad" muy "ad hoc" y dedicado a sanar comicios el 18 de Mayo. Nuevo León, Distrito Federal, Estado de México, Jalisco y Puebla son los focos rojos.

Entre las patas de los caballos quedó el cuerpo de José Arturo Manzanera, fiel a Casa Puebla, pero ineficiente, según parece en la operación a corazón abierto.

Otro ¡Ufff! se escuchó cuando los reportes de la operación de Puebla, encargada a Eduardo Rivera no ha dado frutos, menos las intervenciones de Rafael Micalco, Franco Rodríguez y su primo Pablito -¿Valsequillo apá?-, Blanca Jiménez, Aguilar Chedraui, etcétera, quienes no tienen seguidores duros en el PAN.

¿Y si no hay respuesta positiva en el escenario nacional para reelegir a Madero, qué va a pasar?

No queda de otra, la mal llamada "ingeniería electoral", una práctica desechada por el panismo puro y tradicional y aconsejada por el pragmatismo de quien busca ganar por ganar para tener el trampolín en 2018, como Gustavo Madero lo repitiera en el debate "vamos por el 2018", ¿Acaso con Rafa?

Por ejemplo, para Puebla es previsible que de las 90 y tantas casillas electorales, al menos 40 estén en direcciones no muy bien definidas, calles, plazas, de "dirección conocida", con el objetivo de distraer a los votantes no afines y poder movilizar a los votantes cooptados con dinero, presiones de trabajo, destierro, cárcel y quién sabe cuántas otras cosas, asuntos que serán perdonados si se entrega el celular con la fotografía donde ha sido cruzada la boleta en favor de Madero.

Alejar a los votantes será otra medida donde los medios de comunicación pueden ser útiles e incluso el empleo de perros, con agua gaseosa en el hocico para hacerlos ver como enfermos de rabia.

Si fuera necesario se hará uso de la operación "Cambio de Pañal", consistente en modificar el contenido de la urna, falsificar las actas y las firmas para dar el triunfo a Madero; para ello se cuenta con el apoyo de la Comisión Electoral del PAN en Puebla y algunos funcionarios ya cooptados.

Antes de eso se operará con las bandas contratadas y ensayadas ya el domingo 27 de abril en las elecciones de Juntas Auxiliares de Puebla. El robo de auto partes, pinchadura de llantas, amenazas telefónicas, etcétera aparecerá un par de días antes de la elección.

Prácticas todas ellas enmarcadas en el más puro estrilo del viejo PRI poblano, el de las épocas de Efraín Trujeque.

En fin, desesperación y nerviosismo asoman constantemente en Casa Puebla, los números reales, las encuestas serias, no acaban de dar la ventaja necesaria, el empate es una opción que se presenta como derrota, máxime cuando el panismo está en conciencia con Ernesto Cordero, Madero no cuenta, hay rechazo al estilo de Moreno Valle, o sea la elección se polariza en Puebla entre Cordero y el gobernador.

Tal vez por ello en su última participación en el debate Ernesto Cordero dijo muy al estilo poblano: "lo mejor está por venir".

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