Juez penal de Tepexi relata cómo fue "víctima del sistema".


- “Un hito transición judicial en México; yo fui víctima del sistema”: Juez Enrique Romero Razo



A días de que México celebre un hecho inédito en su historia democrática —la elección por voto popular de integrantes del Poder Judicial—, el juez penal de Tepexi de Rodríguez, Enrique Romero Razo, advierte que el país está por cruzar un umbral que marcará “un antes y un después” en su vida constitucional, al señalar que su propia experiencia de persecución, amenazas y un ataque armado durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, muestra de cómo el Poder Judicial era manipulado por intereses políticos cuando no contaba con autonomía real.

El togado aseguró en entrevista con Mediatik Noticias, que la reforma judicial que será votada el 1 de junio es necesaria y urgente, precisamente porque casos como el suyo revelan las profundas fallas del sistema de justicia mexicano representa una oportunidad para garantizar que los jueces respondan al pueblo y no a las cúpulas del poder.

“Si un juez puede ser golpeado, amenazado y perseguido por una decisión legal que incomoda al poder político, significa que el Poder Judicial no es independiente, y por tanto, tampoco puede proteger al pueblo”, afirmó.

De este modo, denunció que durante el sexenio del exgobernador Rafael Moreno Valle fue víctima de una persecución política que incluyó un ataque armado en su domicilio y actos sistemáticos de vigilancia e intimidación.

“El cambio más importante desde el juicio de amparo en el siglo XIX”, así lo define Romero Razo, dijo al asegurar que este proceso, que se llevará a cabo el 1 de junio, permitirá que todos los poderes —Ejecutivo, Legislativo y ahora Judicial— sean elegidos por voto ciudadano, lo que, en sus palabras, podría convertir a México en “el país más democrático del mundo”.

Pero detrás de esta transformación, señala, está también la necesidad de acabar con una élite judicial que, durante décadas, ha operado bajo lógicas de privilegio, corrupción y complicidad con intereses políticos y económicos.

“Una burbuja dorada”

Romero Razo habla con contundencia sobre lo que llama la “burbuja dorada” del Poder Judicial Federal: altos sueldos, seguros médicos privados, colegiaturas en escuelas de élite, residencias exclusivas y hasta gastos de telefonía pagados con recursos públicos.

“El nepotismo era regla, no excepción”, señala. De hecho, relata que entre los abogados se le conocía informalmente como el “Poder Judicial Familiar”, por los intercambios de favores entre magistrados y jueces que permitían colocar a hijos y familiares en puestos clave. “Yo nombro a tu hija, tú nombras a mi hijo”.

Estas prácticas no solo se daban en lo administrativo. También, asegura, la impartición de justicia era utilizada como un instrumento del poder político.

Una persecución política bajo el morenovallismo

Romero Razo conoce de primera mano el costo de oponerse al sistema. Durante el gobierno de Rafael Moreno Valle en Puebla, fue víctima de persecución política por un fallo judicial que no favoreció a intereses ligados al entonces gobernador electo.

—¿Cómo empezó el conflicto con el gobierno estatal?

“Yo era juez noveno civil y me tocó conocer un asunto mercantil del equipo de fútbol Puebla. Uno de los socios, Ricardo Henaine, acusó a su contraparte de desvío de recursos. Tras verificar pruebas, aseguré los bienes de la sociedad. Eso fue suficiente para que se me señalara como ‘juez incómodo’.”

El conflicto escaló. Romero relata que fue seguido, vigilado y, finalmente, víctima de un ataque armado en su propia casa.

“Cuatro sujetos armados entraron a mi domicilio. Me fracturaron dos costillas. Uno de ellos intentó abusar de mi esposa. Me tiraron al suelo, sangrando, y aún así me levanté y me les fui encima, con la esperanza de que los vecinos escucharan. Su líder dijo: ‘No venimos a eso, venimos por él’. Me dejaron un mensaje claro: deja de hacer lo que haces.”

El ataque, afirma, fue ignorado por la entonces Procuraduría estatal, encabezada por Víctor Carrancá. Sólo gracias a la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se logró reabrir la investigación, aunque hasta la fecha no ha sido ejecutada una orden de aprehensión que duerme en un juzgado penal.

Enrique Romero Razo, luego de ser atacado


“El Estado soy yo”: el poder absoluto de Moreno Valle

Romero Razo asegura que durante el sexenio de Rafael Moreno Valle se rompió por completo la división de poderes en Puebla. “Era un régimen al estilo de Luis XIV: el Estado soy yo”.

Cuando interpuso un amparo, observó directamente la injerencia del Ejecutivo en el Judicial: “El día que se sesionaba mi asunto en el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, vi bajar del elevador a Juan Pablo Piña, secretario del gobierno de Moreno Valle. Fue a hablar con el presidente del tribunal. Yo quise entrar también, pero solo lo dejaron pasar a él. Después de eso, mi amparo fue resuelto parcialmente a mi favor”.

La causa, afirma, era evidente: el magistrado presidente del colegiado tenía a su hijo trabajando como subsecretario en el gobierno estatal.

Justicia para unos cuantos

El juez también apunta hacia la Suprema Corte y su actual presidenta, Norma Piña, a quien acusa de proteger intereses de grupos oligárquicos. “Tan es así que protegió a Ricardo Salinas Pliego al evitar que se resolviera un caso por un supuesto impedimento legal”.

Según Romero Razo, el caso de Puebla y su experiencia personal reflejan la urgencia de limpiar a fondo el sistema judicial: “La impunidad y la complicidad son el gran cáncer de la justicia mexicana”.

Enrique Romero


“Este cambio es por todos los que no tienen voz”

Para Romero Razo, esta transformación no es solo institucional, sino profundamente social:

“Mi caso es apenas un ejemplo. ¿Qué pasa con obreros, campesinos, madres de familia que no conocen el derecho? ¿Qué posibilidades tienen de recibir justicia frente a un sistema así?”

Después de 74 meses fuera del Poder Judicial, sin trabajo, bajo amenazas y con vigilancia constante, logró reincorporarse. Pero afirma que su lucha no fue por el cargo, sino por la dignidad.

Participación ciudadana y esperanza

Finalmente, Romero Razo hizo un llamado a la ciudadanía: “Gracias a las redes sociales y al acceso a la información, hoy el pueblo mexicano está más politizado. Esta elección será una fiesta democrática. Vamos a mostrarle al mundo lo que se puede lograr cuando el pueblo es escuchado y atendido.”



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