En forma por demás grotesca y fuera de toda realidad el INEGI, en
la mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el
costo de la canasta básica tuvo una reducción, cuando en realidad las amas de
casa y los bolsillos de los trabajadores del país saben que se trata de una más
de las mentiras del gobierno de la 4T y claro quiere vender esa percepción en temporada
electoral.
La gente dice: Desde que inició el actual gobierno los
alimentos en general han sufrido incrementos, así como las gasolinas, las
casetas y se une a eso el pago de piso al crimen organizado que controlan desde
la venta de productos, pequeños comercios, el transporte en carreteras, entre
muchas otras cosas.
Los precios de todos los productos de la canasta básica se
mantienen con un incremento alto y constante, pero en una de esas bajaron unos
pesitos, el gobierno se ufana de que se redujo el costo de la canasta básica. Y
aquí va la pregunta: ¿cuál disminución de ese costo cuando se ha tenido una
inflación y carestía constante?
En un análisis del Grupo Consultor de Mercados
Agrícolas (GCMA), estos son otros datos:
En el sector de granos, los productos que más aumentaron de precio en la primera
quincena de 2024 fueron azúcar, 24.2 por ciento; frijol, 17.4 %; galletas, 15.5
%; gelatina, 12.4%, y bolillo, 10.5%. Los de mejor desempeño fueron harina, con
disminución de 8.5 por ciento; grasas, con baja de 0.8%; y café, con aumento de
apenas 1.3.
En el rubro de frutas, algunas dispararon su precio, entre ellas la papaya (42.5 por
ciento), guayaba (42.4 %), aguacate (31 %), plátano (28.1 %), fresa (26.7 %) y
uva (23.1 por ciento), mientras la manzana fue la única que tuvo una baja de
7.5 por ciento.
Finalmente, en el segmento de hortalizas, el GCMA reportó que la
cebolla blanca fue el producto que más disparó su precio, con un incremento
anual de 151 por ciento, seguida por 65.7 por ciento del chile poblano; 64.5 % del
tomate verde, 63.7 % del jitomate saladet y 32.7 % del jitomate bola.
SUPER PESO, PERO CARESTÍA SIN FRENO
Ahora les redacto de un comparativo de algunos precios que tenían
unos productos alimenticios en 2018 y los mismo al principio de 2024, así como
el comparativo con el costo del peso frente al dólar.
En 2018 un dólar significaba 19.65 pesos. Al día de ayer (12 de
marzo) el dólar se cotizaba en 16.81 pesos.
Ahora bien: en 2018 el huevo estaba a 24 pesos por kilo; el aceite
comestible en 32 pesos litro; el arroz en 22 pesos el kilo; el azúcar 14 pesos
el kilo; el frijol 21 pesos por kilo; el kilo de carne dependiendo si era de
cerdo, res o pollo variaba entre 90 y 120 pesos el kilo y la tortilla sobre 12
pesos el kilo.
Con estos 7 productos al precio de 2018 significaba un gasto de
245 pesos, que al precio del dólar significarían 12 dólares.
Ahora traslademos los mismos productos al 2024 con el peso de un
kilogramo o litro: el huevo esta en 50 pesos; el aceite comestible 60 pesos; el
arroz en 40 pesos; el azúcar en 26 pesos; el frijol 50 pesos, la carne (cerdo,
res o pollo) entre 160 y 220, mientras que la tortilla tiene un precio promedio
de 24 pesos.
Estos mismos 7 productos cuestan 470 pesos contra los 245 que
costaban en 2018 y si se compara con el dólar se requerirían 27.95 dólares,
contra los 12 que se necesitaban en 2018.
Y hay otros datos: En 2018 la gasolina Magna estaba en 17.80
pesos; la Premiun 19.33 pesos y el Diesel 19.20 pesos.
En Marzo de 2024 los precios se ubican en Magna 22.30 pesos
promedio lo que significa un incremento del 20.18 %. La gasolina Premiun 24.19
pesos en promedio, con un aumento del 20.1 % y el Diesel 24.02 pesos es decir 20.1
% más que en 2018.
Debemos recordar que en campaña en 2018 Andrés Manuel López
Obrador prometió que el costo de las gasolinas estaría en los 14 pesos en
su gobierno, lo cual significa una promesa más de las no cumplidas.
Esta es la realidad para los más de 130 millones de mexicanos.
Hay otros factores de inflación como son el aumento anualizado a
los salarios mínimos, que finalmente lo patrones repercuten en los precios de
su producción.
De acuerdo al Diario El Economista en México hay 51
millones 314 mil 683 trabajadores asalariados y de estos el 47 % perciben un
salario mínimo, es decir que 24 millones 117 mil 901 mexicanos reciben un minisalario.
El 39 por ciento reciben entre 1 y 2 salarios mínimos, es decir
otros 20 millones 12 mil 726 se suman a la cifra de quienes menos ganan en
México y la cifra de estos dos núcleos de trabajadores es de 44 millones 130
mil 627.
El 10 por ciento gana entre 2 y 3 salarios mínimos; El 4 por
ciento gana entre 3 y 4 salarios mínimos y el 1 % gana más de 5 salarios
mínimos.
Otro tema del que no se sabe en realidad cuanto incide en la
inflación es el robo de mercancías en las carreteras, el pago de piso de los
transportistas y dueños del autotransporte, las pérdidas por robo de sus
vehículos, el pago de seguros, el pago de cuerpos de seguridad para el traslado,
el costo y aumentos en las autopistas.
Estos y otros factores por supuesto que influyen en la inflación y
el encarecimiento de todos los alimentos.
¡No porque de un mes a otro bajen unos pesos las mercancías o
productos se reduce la inflación!, como quiere hacerlo ver el gobierno de AMLO.
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