Atlixco, Puebla, 28 de septiembre de 2025.- Este domingo, el Cerro de San Miguel volvió a convertirse en el epicentro de la identidad poblana con la celebración de la edición número 60 del Festival Huey Atlixcáyotl. Más de 600 danzantes de las 13 regiones etnográficas del estado ascendieron al cerro para rendir homenaje a Quetzalcóatl y compartir sus danzas, rituales y saberes con miles de asistentes.
Aunque el programa oficial marcaba el inicio a las 10:00 horas, el evento comenzó a las 10:40 debido al retraso en la llegada del gobernador del estado, quien permaneció menos de una hora en una jornada que se extendió hasta las 15:40. Su breve participación contrastó con el protagonismo absoluto de los pueblos originarios, quienes sostienen esta tradición desde hace seis décadas.
La ceremonia incluyó danzas como los tecuanis, quetzales, pastoras y negritos, cada una ofrecida como expresión de memoria y resistencia. El Popocatépetl, testigo silencioso, acompañó desde el horizonte mientras el cerro vibraba con música, color y espiritualidad.
La presidenta municipal Ariadna Ayala acompañó toda la jornada, destacando el papel de Atlixco como guardián de esta herencia cultural. “Aquí no solo celebramos, aquí convivimos y resistimos”, expresó ante los asistentes.
Este año, el festival fue homenajeado en un billete conmemorativo de la Lotería Nacional, cuyo sorteo se celebrará el próximo 5 de octubre. La verbena popular ofreció gastronomía típica, artesanías y música regional, convirtiendo el centro de Atlixco en una fiesta colectiva.
Más allá del protocolo, el Huey Atlixcáyotl reafirmó que la raíz cultural de Puebla sigue viva gracias al compromiso comunitario. En tiempos donde el discurso oficial habla de inclusión, los pueblos originarios continúan siendo los verdaderos protagonistas, muchas veces al margen de los reflectores institucionales.
Atlixco no solo celebró 60 años de tradición: reafirmó su identidad, su dignidad y su papel como faro cultural del estado.