Una medalla más en el pecho
Por Soleares
Jesús Manuel Hernández
Sin duda Toyo Ito es un hito de la arquitectura, la calidad de sus proyectos reciben premios al por mayor y los convierten en motivo de visita y comentarios mundiales; ha sido elegido para hacerse cargo del proyecto del llamado «Museo Internacional del Barroco» (MIB), un asunto gestionado por el gobernador Moreno Valle en participaciones públicas y privadas.
Dicen sus defensores que el museo vendría a constituirse en un motivo específico de visita turística, como ha sucedido en otras entidades. Presumen a Bilbao, la ciudad gris hasta antes de la llegada del Guggenheim y consideran que la inversión inicial de 600 millones de pesos que podría ampliarse hasta 2 mil millones no compromete las finanzas de Puebla.
Los museos han sido resultado del saqueo de muchas civilizaciones y culturas o de la adquisición de colecciones, como Guggenheim, Amparo, Sofía, etcétera. Los especialistas nacionales e internacionales que han conocido el proyecto del MIB lo consideran una obra faraónica producto de la megalomanía del gobernador y se preguntan ¿de dónde se van a sacar las piezas para llenarlo?
Es evidente que Puebla es una ciudad del barroco, pero las colecciones están en los marcos apropiados de arquitectura religiosa y conventual. Luego entonces qué se pretende con el museo ¿vaciar iglesias, comprar piezas, importarlas, caer en manos de los marchantes y coleccionistas que han saqueado el patrimonio?
El gobierno ha solicitado el aval del Congreso del Estado para la primera aportación de 600 millones de pesos, los diputados deberán votarla. ¿Qué antepondrán en su decisión?
Tal vez habría que volver los ojos al mensaje del flamante Papa Francisco, sobre el servicio a los pobres y viajar en turista. ¿Es necesario el museo o será una medalla más en el pecho del gobernador en sus aspiraciones al 2018?
Veremos si el PRI realmente es oposición y está en favor de la justicia social o sus legisladores mantienen un discurso con miras a las elecciones y otro para cobrar fuera de nómina.
Mientras tanto el Tianguis Turístico, organizado por la Secretaria de Turismo de México, no la de Puebla, entregará buenas cuentas al presidente Peña Nieto. El Consejo de Promoción Turística reservó unas 600 habitaciones y bloqueó los hoteles de Tlaxcala; el gobernador Moreno Valle ha aprovechado el evento para proyectar su imagen, invirtió una buena cantidad de dinero en los actos de recepción, nunca antes vistos, dicen los asiduos al Tianguis, desayunar y comer con agentes de viajes y periodistas especializados, pero no pudo tomarse la foto con el Presiente Peña Nieto en la inauguración de obras del llamado Corredor Turístico Los Fuertes-Catedral y El Teleférico, pero hace votos por que el vuelo de regreso de El Vaticano se adelante y llegue a la clausura y es que el gobernador de Puebla es uno más, ya no el influyente gobernador con Calderón.
Una turista residente en New York que ha visitado por objetivos profesionales la ciudad de Puebla tres veces en menos de un año hizo este comentario al reportero: «Las calles han cambiado, el tráfico está peor y hay mucha gente armada».
Aún así la derrama económica se siente.
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