Que me echen al que sea
Por Soleares
Jesús Manuel Hernández
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Moreno Valle va sorteando los errores y podría incluso pasearse
con el Presidente Peña Nieto, mientras Moreno Peña y Pablito se
quedarán como los chinitos "nomás miando". Por eso Jorge
Aguilar se apunto "que me echen al que sea"
El equipo del gobierno está dando muestras de intentar recomponer en tiempo y forma sobre los últimos errores, una serie de acciones podrían culminar con otra medalla en el pecho de Moreno Valle, mientras en las oficinas del PRI huele a podrido, a torta de aguacate descompuesta, enmohecida, ni los ratones la quieren.
Y no es que se magnifiquen las protestas de los precandidatos despreciados, simplemente que los priístas de hueso colorado, los que se sentían con números suficientes para competir, fueron desplazados en los escritorios de los nuevos caciques. La imposición está perjudicando a la militancia.
¿Y qué hacen los despechados? Reflexionan sobre su futuro, con un gobierno municipal y diputación de casi 5 años quedan condenados a la nula participación en política, no tendrán juego. Luego entonces se abren otras puertas, reciben invitaciones de otros partidos políticos que están curiosamente en alianza con el gobierno, y no es de extrañar que las renuncias y nuevas militancias sean el camino de los despechados.
Los generales del PRI, Moreno Peña, Fernández del Campo y quienes les acompañan en las decisiones están confiados en que el efecto Peña Nieto les cobije. Dicen que se trata de una campaña muy corta, apenas dos meses, por tanto la estrategia de aire dominará en la escena, el problema es que el aire levanta polvo que puede ser de viejos lodos.
En medio del caos los priístas están un tanto huérfanos, no hay quien haga cabeza, muchos esperaban que el arribo de Peña Nieto viniera a reforzar los cuadros, pues Puebla ciudad y Estado son prioritarios para la elecciones intermedias y por ende de la sucesión presidencial; todos esperaban grandes decisiones y bloqueos al quehacer del gobernador, pero la intromisión de la federación no ha sido del todo negativa para Moreno Valle.
Obsérvese el nivel de recepción al representante de la Secretaría de Gobernación, Manuel Castañeda Rodríguez, acto nunca antes visto, del nivel de Secretario de Gabinete. ¿Qué sabe Moreno Valle de la función del delegado, acaso que estará por encima de Lastiri y Vega Rayet?
Los críticos del morenovallismo no dejan pasar cualquier hecho que permita concluir que hay rompimiento de Peña con el gobernador de Puebla. Y dudan aún que Peña Nieto se quiera tomar la foto con el gobernador.
Moreno Peña y Pablito Fernández del Campo podrían quedarse como los chinitos "nomás milando" si es que el Presidente se pasea por la ciudad con el gobernador. ¿Qué mensaje se estaría mandando?
Tal vez por eso a media semana Jorge Aguilar Chedraui, presunto candidato a diputado por la capital retadoramente declaró "que me echen al que sea".
Mientras tanto, Enrique Agüera se manifiesta "orgullosamente poblano" y su coordinador de campaña avala el priísmo de su esposa, funcionaria del DIF. Sólo falta que a estas alturas se cuestione la poblanidad de Blanca Alcalá, nacida en Tlaxcala y de Eduardo Rivera originario de Toluca.
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