¿Desesperación?
Por Soleares
Jesús Manuel Hernández
La decisión del gobernador de acompañar a Toni Gali en su campaña ¿es un síntoma de la desesperación?
Si todo está funcionando bien, si todo esta "saliendo a pedir de boca" ¿cuál será la razón por la cual el gobernador debe intervenir directa y personalmente con su presencia en la campaña de Puebla Unida? como lo ha anunciado y pedido el aspirante a la Presidencia Municipal.
Los informes se contradicen en algunos aspectos "estamos hechos bolas, pero nos vamos afinando", dicen a manera coloquial, cuando en verdad el tema es de proporciones mayúsculas.
Al interior de la familia del candidato de Puebla Unida se ve molestia por que los asesores piden a los cercanos intervenir con mensajes y apariciones a veces no muy cómodas.
Uno de los negocios más antiguos de alimentos locales llamado "Tacos Tony" ha renovado su presencia publicitaria en microbuses bajo el lema "Tony, tony, tony, tony..." y sellada con alguna propaganda del candidato del mismo nombre o de aspirante a diputado impulsado por las mismas siglas.
Los hechos están aunados a otras acciones que en los últimos días han espantado incluso a la estructura panista de la ciudad.
Acciones que buscan amedrentar a los seguidores del PRI vienen realizándose cotidianamente. Los brigadistas que impulsan al ex rector son fotografiados en su labor, localizados y sujetos de cooptación con una cuota económica al doble, se dan en sitios estratégicos como Avenida Juárez y Boulevard Atlixco, cerca del conjunto comercial Las Ánimas, Boulevard Las Torres, Reforma y 11 Norte-Sur, La Margarita, zonas donde la intención del voto en favor de Puebla Unida es baja; el asalto, el cristalazo o la apertura de autos es cotidiana cuando el vehículo es identificado como enemigo, o sea en las zonas donde la votación no está garantizada.
En las reuniones de evaluación del trabajo de promotores del voto priísta aparecen constantemente quejas sobre asaltos, cristalazos, robo de computadoras y memorias USB. Todo al estilo de la vieja escuela de la operación de campañas del PRI; sin duda el sello de Casa Puebla no puede desaparecer la huella de "prueba de agua" de las acciones.
¿Qué se antoja como reacción de la coalición 5 de Mayo? Ni Jaime Alcántara, ni Pablito, tienen idea del tema, seguramente habrá que esperar la intervención de los "pares" del gobernador o entonces se entenderá que la plaza ha sido negociada. ¡Cáspita!
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