¿Y la educación vial?





Por Soleares

Jesús Manuel Hernández









  • A propósito del interés del Gobierno de Puebla por licitar rutas de transporte inseguras




Algunos sectores de la sociedad poblana han reaccionado contradictoriamente al anuncio hecho por el Gobierno de Puebla sobre su decisión de quitar la concesión a los transportistas de la ruta llamada Bicentenario. Tal vez las reacciones han ido en el sentido de los intereses que, se dice, involucran a funcionarios del sexenio pasado.



Autoridades de ST manifestaron después del accidente de la semana pasada, con un número de lesionados fuera de lo antes conocido en el servicio de transporte angelopolitano, que la ruta ha sido denunciada en múltiples ocasiones y que el chofer del vehículo siniestrado había provocado al menos dos percances más.



El mismo gobernador tomó la bandera de quitar la concesión y convocar a una licitación sin reparar en la cantidad de rutas cuestionadas por los usuarios. No es la Bicentenario la más accidentada, según los expertos la Ruta 10 estaría en primer lugar, detrás Loma Bella y Ruta 2000.



De estos últimos datos es que se cobijan los críticos a la medida de Moreno Valle quien seguramente tendrá en su mesa de decisiones los nombres de las rutas que más problemas han creado, pero no constituyen por el momento un problema para el control de los transportistas.



Habría que sumar a los Rápidos de San Antonio, CU-Boulevard, Cholula, CREE-Madero, Azteca, 63, 76, 5, 32 y otras más, donde confluyen intereses más añejos a los del sexenio anterior.



Pocos gobernadores han intentando meterse en el enjambre de intereses del transporte poblano, a unos les costó casi la silla de gobierno y otros vieron truncados sus deseos de conseguir los reflectores nacionales rumbo a Los Pinos, como Guillermo Jiménez Morales o Manuel Bartlett.



Pero Moreno Valle si le entró al toro. Meses antes de tomar posesión en la agenda del arranque estaba el tema del Metrobus, seguramente algún estudio o investigación de inteligencia le advirtió del riesgo de abrir ese frente, que fue pospuesto, pero nunca descartado, y ahí están las dos rutas, una ya en operación y la otra en construcción.



Sin duda la medida necesitó de meterle riñones y mover operadores, información y acuerdos. Pero el problema de fondo no se ha resuelto, la Ruta 1 ya tiene problemas de inseguridad y quejas del servicio, no menos que las viejas rutas.



Y es que el verdadero problema no es cómo se dan las concesiones o a quiénes, pues cada gobernador ha tenido o favoritos o compromisos o presiones.



El problema de fondo está en la educación vial, en la facilidad para sacar una licencia de chofer o de automovilista, en la ausencia total de sanciones a los conductores del transporte público, a la supervisión de los choferes y el estado de los vehículos. Extrañamente esos asuntos, que afectarían a todos, no se tocan.



¿Por qué señor gobernador?



jesusmanuelh@mexico.com











Clima:

Entradas populares

Contacto:

d13noticias@gmail.com

Vistas a la página totales