Silencio, sube 50% el Impuesto sobre la Nómina
Por Soleares
Jesús Manuel Hernández
Se guarda silencio ante varios hechos, uno de ellos la muestra de respeto a la muerte de alguien; también hay quien se calla ante la complicidad de alguna ejecución, o cuando el miedo invade, cuando es más el temor que el valor de enfrentar los hechos o intentar cambiarlos.
Entre los empresarios poblanos hay experiencias de varias décadas sobre cuándo callar y cuándo gritar; ha habido líderes que levantan la voz ante las actitudes gubernamentales y otros que han actuado como cómplices de esas decisiones.
Tal vez el hecho más trascendente haya sido en la década de los 70 el cierre masivo de negocios e industrias organizado por el Comité Coordinador Permanente de la Ciudadanía Poblana, integrado por los presidentes de cámaras de varios rubros, fue el antecedente de lo que sería hoy el Consejo Coordinador Empresarial. El cierre fue por la intervención de la UAP en el secuestro de autobuses urbanos en el gobierno de Alfredo Toxqui Fernández de Lara.
En el pasado había razones por las cuales los empresarios se decidían a actuar en contra de las decisiones del gobierno, una la económica, las ventas bajaban por intervención excesiva del gobierno, otra por que subían los impuestos sin consultar a los empresarios, una más la carga ideológica. Cuando se unieron las tres un grupo importante de la iniciativa privada se armó de valor y empezó a intervenir en los consejos directivos de las cámaras, así fueron desechados los "líderes" que aprovechaban su posición para conseguir canonjías, por ejemplo cuotas de azúcar o canela, suministro de productos al gobierno, autorización para usos del suelo en predios, conocimiento previo de dónde pasarían las ampliaciones de las vialidades a fin de hacer negocios, o protección al contrabando de refacciones o mercancía diversa.
Un claro ejemplo de lo anterior fue el embovedamiento del Río San Francisco, que trajo en consecuencia el beneficio de los propietarios de los terreros de la zona Oriente de la ciudad.
Los líderes empresariales llegaron a concentrar poder de decisión y espacios para opinar frente al gobierno, en muchos casos las cámaras empresariales fueron factor de equilibrio en iniciativas de leyes, nuevas cargas fiscales, aumento o disminución del predial y sobre todo respaldo para las candidaturas a presidente municipal y gobernador.
Era impensable que un aspirante a gobernar la capital o el Estado no pasara primero por las casas de los Sánchez, los Gancedo, los Pellico, los Cernicciaro, etcétera o del mismísimo Arzobispo.
El último gobernador en enfrentar a los empresarios fue Mario Marín, entre otros asuntos por el Impuesto a la Nómina. Hubo de conformar un consejo de empresarios para "administrar" los recursos obtenidos con el famoso "2 por ciento".
Pero eso ya es historia. El gobierno de Moreno Valle ha tenido la habilidad de maniobrar con los "líderes" empresariales desde la precampaña y los tiene completamente silenciados.
La semana pasada hubo un intento de rebelión en el interior de Canacintra, Canaco y el mismo CCE, los socios se quejaron primero de los rumores y luego de la realidad del alza en un 50 por ciento del Impuesto Sobre la Nómina. Hubo presión y solicitud no sólo de quejarse ante el inquilino de Casa Puebla, también de sacar un desplegado, a la antigua usanza, pidiendo explicaciones públicas al gobernador.
Pero he aquí que alguno de los presuntos líderes, pasó la voz de alerta y con ello se desató la operación de Eukid Castañón para calmar, callar y boicotear el desplegado.
Los representantes de cámaras escucharon a su interlocutor: "te va a ir bien, ya verás", seguido de una risa seductora.
El hecho está en boca de muchos empresarios quienes empiezan a preguntarse de qué sirve pagar cuotas, de qué sirven las cámaras si el gobierno hace lo que quiere.
Así empezó la rebelión hace varias décadas cuando el gobierno no tenía freno, cuando tenía cooptados a los dirigentes y entonces alguien alzó la voz y empezaron los cambios y los nuevos escenarios que trajeron como consecuencia, entre otras, la creación, hace 40 años de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
Por fortuna, lo mejor está por venir.
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