Lavado de manos





Por Soleares


Jesús Manuel Hernández




La cabeza de la noticia publicada en el portal de e-consulta lo describe perfectamente: "Muerto el niño, Moreno Valle pide al Congreso abrogar la Ley Bala".





Dicho de otra forma, el gobernador se lava las manos, aunque no sea Cuaresma, en un nuevo intento por recuperarse de tantas abolladuras en la armadura.






Columnistas de varios diarios nacionales, tuiteros, moneros, etcétera se han metido en el debate hasta llevar el tema del niño muerto, asesinado, en consecuencia de los enfrentamientos del 9 de Julio en Chalchihuapan, a lo que los expertos llaman "trend topic".





En consecuencia la estrategia oficial se dedicó a levantar otro tema, el de la diputada Roxana Luna Porquillo y el de la madre del pequeño, Elia Tamayo, a quien el gobierno pretende responsabilizar de los hechos.





¿Hasta dónde puede llegar la enfermedad del poder que se atreve a jugar con la dignidad humana de una madre que llora la muerte de su hijo?





El sentir común de los analistas y expertos ha juzgado ya los hechos y el sentenciado declarado culpable por unanimidad.





Si alguien es responsable de la creación y mala aplicación de la llamada #LeyBala, es el gobernador. Él es el Ejecutivo, él quien mandó la iniciativa de ley, él quien ordenó a su Secretario General aplicarla. Y ahora intenta corregir pidiendo se abrogue la ley que nunca alcanzó a tener un Reglamento.





Eso es tanto como tapar el pozo después del niño ahogado.









La estrategia oficial pretende descalificar a una parte de la izquierda, a la que se opuso a la intromisión de Moreno Valle en el PRD; la misma que no acepta la forma como Luis Maldonado Venegas ingresó a ese partido baja la capa protectora de "Los Chuchos".





Y es que cuando el río suena, agua lleva, dirían los antiguos. El único bloque político, la única fracción beneficiada con el desgaste del gobernador y el fracaso de la Ley Bala es la izquierda organizada entorno a líderes diferentes a los asociados a Moreno Valle.





La figura del gobernador se ha convertido en impresentable para el PRD. ¿Cómo apostarle a una alianza con alguien que ha sido calificado ya de represor y en cuya persona han recaído los calificativos de "asesino" por el caso del menor fallecido?





La alianza planteada para 2015 seguramente pasará ahora por una revisión donde los grupos que se excluyan buscarán otra representación y liderazgo.





No dude el lector que MORENA se presente como la mejor opción para la izquierda poblana que no forma parte de la complicidad morenovallista.





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