¿Adiós Juntas Auxiliares?

Por Soleares

Jesús Manuel Hernández

Exprimir a las Juntas Auxiliares, dejarlas morir de inanición, desprotegerlas, reducir los gastos de administración, retirarles toda posibilidad de ingreso, desaparecer ministerios públicos, jueces de paz, archivos, gestión de actas de nacimiento y defunción, médicos legistas, etcétera.

Todo en paquete, con autorización del Congreso del Estado, para reducir índices de delincuencias, bajar costos electorales, aumentar el control, retirar la identidad de los pueblos, negar el sentido de pertenencia y con ello hacer de la gente presa fácil.

Ese es el objetivo final.

El principio fue retirar las oficinas del Registro Civil a las Juntas Auxiliares, la punta del iceberg, pero la decisión es más profunda. La dispersión de las comunidades hace más difícil la gestión, el centralismo regresa por sus fueros en contra del acercamiento de los servicios y gestiones gubernamentales con ello se baja el costo administrativo y se obliga a los ciudadanos "pensar" dos veces si es que debe o no levantarse una denuncia.

Ese el otro punto, la reducción del índice delictivo en Puebla se verá reflejado en las estadísticas pues hoy día levantar una denuncia es mucho más difícil, mucho más complicado, mucho más costoso para el afectado.

Los ciudadanos se topan con retenes en las entradas de las oficinas públicas.

La Procuraduría tiene ahora un tamiz, un funcionario decide de antemano qué procede y qué no para ser considerado motivo de una denuncia, con ello se reduce el papeleo.

La fotografía, las huellas dactilares comienzan a ser requisito para visitar determinadas dependencias públicas, como si de una embajada extranjera se tratara.

En fin.

Dos anécdotas:

Una. La noche del viernes 8 de Agosto la panista Ana Teresa Aranda fue visitada por viejas conocidas. A brote pronto le pidieron que no fuera a la marcha del domingo 10. Le dijeron que su vida corría peligro. Que los enemigos del gobierno buscaban un mártir más y que ella era la persona indicada. Le sugirieron llevarla a un hospital, con gastos pagados. "La doña" rechazó la invitación.

Dos. El grupo de representantes de Juntas Auxiliares que piden el retorno de los Registros Civiles fueron recibidos en Casa Aguayo. A los reporteros les fue impedido el acceso hasta que uno de los líderes del movimiento intervino por ellos. Sentado en la mesa de juntas al lado del delegado federal de Gobernación, el Secretario General, Luis Maldonado, pintado de perredista y con Juárez como testigo y Zaragoza como inspiración recibió al grupo fumando un cigarro.

Los visitantes le reclamaron, no sólo por el Registro Civil, sino por la contaminación ambiental. Le recordaron que el humo es dañino para algunos ciudadanos. Maldonado Venegas los despreció, dijo en su defensa estar en "su oficina".

Los presidentes auxiliares le recordaron que Casa Aguayo es una oficina pública, sostenida con el dinero del pueblo, por tanto, sujeta a las disposiciones de salud, por tanto se prohíbe fumar en espacios públicos.

Y Luis Maldonado, con Juárez como testigo y Zaragoza como inspiración, acabo por apagar el cigarro.

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