Cuando la cerveza lo hizo hombre






El Rincón de Zalacaín

Por Jesús Manuel Hernández


De pronto al aventurero le dio por releer a Juan Rulfo, desempolvar algo la memoria de sus personajes y escenas, recordaba ligeramente la charla entre dos profesores, el uno se iba y el otro llegaba, le describía la Cuesta de la Piedra Cruda, Luvina, el nombre de uno de los diez y siete cuentos de "El Llano en Llamas", de una de las mejores épocas de la narrativa mexicana en torno a la pobreza y la tierra no fértil.





Los profesores acaban medio borrachos luego de la cantidad de cervezas llevadas por Camilo, no estaban frías y acaban por mezclarlas con el Mezcal.






Leyó uno de los diálogos de Rulfo:





"Pero tómese su cerveza. Veo que no le ha dado ni siquiera una probadita. Tómesela. O tal vez no le guste así tibia como está. Y es que aquí no hay de otra. Yo sé que así sabe mal; que agarra un sabor como a meados de burro. Aquí uno se acostumbra. A fe que allá ni siquiera esto se consigue. Cuando vaya a Luvina la extrañará. Allí no podrá probar sino un mezcal que ellos hacen con una yerba llamada hojasé, y que a los primeros tragos estará usted dando de volteretas como si lo chacamotearan. Mejor tómese su cerveza. Yo sé lo que le digo.”





Párrafos más adelante el profesor a punto de partir le dice al nuevo: “¿Qué opina usted si le pedimos a este señor que nos matice unos mezcalitos? Con la cerveza se levanta uno a cada rato y eso interrumpe mucho la plática. !Oye, Camilo, mándanos ahora unos mezcales!





Zalacaín trajo al presente aquella famosa frase del cantautor Tom Waits: "Cerveza caliente y mujeres frías, simplemente no encajo. En los tugurios en los que he entrado tambaleándome esta noche ha sido así".





Por una razón coincidente, concupiscente pensaba Zalacaín, a la cerveza se le ha relacionado en México con la borrachera, la barriga inflamada y la cantina de "mala muerte" en contraposición con sus orígenes casi ligados al desarrollo de la civilización y el signo de la amistad y la confianza.





La cerveza mexicana unida a la llamada "Cuba Libre" ya sea con ron o brandy, fueron los responsables de suprimir la costumbre de beber pulque y de impedir el desarrollo de la cultura del vino el siglo pasado. La cerveza sustituyó al agua y además de calmar la sed aportó muchos granos de arena a favor del alcoholismo.





Sin duda después del agua, es la bebida más antigua consumida por el hombre. Su descubrimiento fue fortuito y derivado del momento cuando pasó de nómada a sedentario y empezó a domesticar los cereales, la cebada y el trigo principalmente.





Se calcula su aparición entre 5500 y 10 mil años antes de Cristo; Mosopotamia, Sumeria, Egipto, fueron los escenarios donde afloró la cerveza artesanal.





Un criptograma en Tepe Gawra, de las primeras ciudades del hoy Irak, permite ver la costumbre de beber la cerveza de un enorme recipiente a través de dos cañas, nombre por cierto usado para definir el pequeño envase donde se "tira" la cerveza en las barras españolas.





Esa imagen se repite en la cultura egipcia e incluso hoy día en algunos pueblos de África donde se consume la cebada machacada con agua y calentada para generar la fermentación.





Una vez asentado, el hombre descubre los cereales, aprende a comerlos, los machaca, les pone agua, los calienta con una piedra colocada en el interior de un cuenco, aparece la cerámica; la fermentación hace lo demás, esa nata burbujeante de la sopa de gachas a los tres o cuatro días le atrae, la prueba y descubre las bondades de la naciente cerveza.





En Mesopotamia se contabilizaron hasta 20 clases de cervezas 3 mil años antes de Cristo; las diferenciaban por su color y volumen, las había frescas, oscuras, rojas morenas, ligeras, prensadas, fuertes, etcétera, usaron el pan sin levadura llamado "Bappir", con doble horneado para darle color, era el pan de reserva para el hambre, se guardaba en la casa del gobernante y por algún descuido alguien encontró sus bondades para darle color y robustez a la cerveza.





Los egipcios fueron grandes consumidores de ella, la clasificaron en 17 variedades y le dieron nombres, casi a manera de etiquetas: La Hermosa y Buena, La Celestial, La Portadora de Alegría, La Abundante, La Fermentada, El Complemento de la Comida.





Pero un pasaje histórico le había generado siempre curiosidad en torno al acto iniciático de pasar de hombre sin educación al hombre civilizado.





Gilgamesh era el hombre poderoso de Uruk 2700 años antes de Cristo, era un poeta y describía sus aventuras. Su obra está considerada la primera aportación literaria del mundo.





La historia narra las aventuras con su amigo Enkidu, un salvaje corriendo desnudo por la naturaleza, cuando aparece una joven le enseña a civilizarse y lo lleva a una aldea de pastores, el primer escalón de la cultura de la ciudad y Gilgamesh narra:











"Pusieron comida delante de él,





pusieron cerveza delante de él;





Enkidu no sabía nada sobre comer pan,





y de beber cerveza no le habían enseñado nada.





La joven habló a Enkidu y dijo:





'Toma la comida, Enkidu, así se vive.





Bebe la cerveza, pues es costumbre de la tierra'.





Enkidu tomó la comida hasta saciarse,





bebió la cerveza -¡siete jarras!- y se puso contento





y cantó de alegría.





Estaba entusiasmado y le resplandecía la cara.





Salpico de agua su cuerpo peludo,





y se ungió con aceite, y se volvió humano."











A lo largo de la historia en algunos países la cerveza ha sido incluso un símbolo patriótico. A la Guinness por ejemplo, le rodea mucha historia. La casa fundada en Dublín en 1759 por Arthur Guinness consiguió la renta de las bodegas por 9 mil años a razón de 45 libras anuales. Hoy está presente en unos 150 países.





Una "pinta" de Guinness es todo un protocolo, tirarla, servirla desde el barril en la barra de la taberna, requiere de habilidades supremas, la temperatura no puede ser mayor a 6 grados y el tiempo para llenarla es de 119.5 segundos, a eso se le llama una Perfect pint, donde la espuma asoma y va concentrándose en el vaso hasta llenarse.





Zalacaín recordó con nostalgia la Bodega La Ardosa en la calle Colón de Madrid donde se consigue regularmente un Pinta tirada en algo así como 5 minutos y una buena Tortilla de Patatas.





Dentro de sus políticas, extrañas y racistas según se le vea, los trabajadores de Guinness son protestantes y si alguno de ellos pretende casarse con una católica, entonces se le recomienda renunciar.





Los hábitos de tomar cerveza varían según el país. Se acostumbra en pequeñas cantidades antes de comer, para darle frescura a la boca; como tentempié para tapear o como aperitivo "sine qua non" de comidas o cenas potentes.





Para Zalacaín las oscuras, fuertes, con sabores tostados, cuyo volumen sea lo más alejado posible del agua o de las llamadas "light". Es decir prefiere las "Ale".





En algún bar encontró algunas frases dignas de recordar: "La realidad se ve diferente con una cerveza a mano... Las mujeres son como las cervezas, cuando te echas una, quieres más... ".












Video en canal de Youtube: El Rincón de Zalacaín





Clima:

Entradas populares

Contacto:

d13noticias@gmail.com

Vistas a la página totales