Agravios olvidados
La sucesión en Puebla está en marcha. Por un lado el candidato oficial avalado por el gobernador, atrás quedaron los agravios, envuelto en un halo donde el "dedazo" se descarta.
Mientras tanto en Acción Nacional una corriente sugiere a Eduardo Rivera, como para decirle a Moreno Valle que no aceptarán el "dedazo".
Enfrente, en el PRI, Enrique Dóger lanza el primer ataque contra Gali, de quien dice es bueno para el "karaoke", pero "Puebla está hecha pedazos".
Interesante el primer acercamiento, el respetable estará atento a si Dóger entenderá que para cortar el rabo en este mano a mano, no bastará con hablar de la ciudad y su presidente, sino de los errores del gobernador. Así sucedió en 2010, Moreno Valle no fue contra Zavala, fue contra y por Marín.
Y si Dóger lo hace, eso sí que le dará entrada en muchos círculos.
Mientras tanto los panistas que saben, que supieron, cómo fueron las relaciones en Moreno Valle y Antonio Gali están verdaderamente sorprendidos.
¿Atrás quedaron los agravios? se preguntan.
Qué fue de las acusaciones de Pablo Rodríguez Regordosa contra Gali por negocios con proveedores, por cierto nunca comprobados.
Qué fue de los regaños en el helicóptero frente a un periodista, por cierto también regañado.
Qué fue de los berrinches gubernamentales que derivaban en que Gali tenía que abandonar el helicóptero en la primera escala posible.
Qué fue de la vergüenza ajena, la pena, el sufrimiento del entonces titular de Infraestructura cuestionado, gritoneado frente a su propio hijo.
En qué quedaron las dos o tres renuncias presentadas durante su paso por el gabinete, derivadas de sesudas reflexiones familiares para defender la dignidad frente a las falta de respeto del gobernador.
Pues pareciera que todo se ha olvidado, que ya nadie se acuerda.
Dóger tiene el conocimiento y la madurez política para enfrentar a Moreno Valle en esta campaña, eso no se duda.
Gali tiene en su contra la sombra de un gobernador, que según sus propios encuestadores, tiene un rechazo superior al 60 por ciento en el interior del Estado y un 45 por ciento en la capital, esas eran las cifras antes del 7 de Junio.
Y mire usted, los resultados electorales coincidieron.
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