Rechaza alcalde de Huehuetlán estar involucrado en conflicto eclesiástico
Aldo Miguel Martínez
El alcalde de Huehuetlán El Grande, Lázaro Luna Corona, rechazó estar involucrado en el conflicto eclesiástico del municipio y recriminó a la Iglesia por no darle la importancia que merece este asunto.
En entrevista telefónica con El Sol de Puebla, dijo que, por petición de los pobladores, a principios de este mes le solicitó al arzobispo Víctor Sánchez Espinosa su intervención para poder solucionar el problema religioso.
Cabe destacar que desde el 2 de diciembre el municipio no tiene párroco que celebre las ceremonias religiosas, dado los habitantes decidieron expulsarlo por querer administrar los recursos de la Iglesia cuando, de acuerdo con sus costumbres, esta función es facultad de los comisionados.
Sobre el tema, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, denunció que es un grupo pequeño de personas el que corrió al párroco, Francisco de la Rosa Martínez, e incluso comentó que el presidente municipal, Lázaro Luna Corona, está involucrado en el conflicto, pues acusó que estaba perfilando a un elemento de seguridad como comisionado.
En respuesta, el edil, quien asumió el cargo a principios de este año tras el asesinato del munícipe José Santamaría Zavala, refirió que él no está promocionando a algún policía municipal para que sea de los comisionados, es decir, al grupo que administra los dineros religiosos.
Dijo que lo único que hizo, y fue a petición de los pobladores, fue enviarle una solicitud a monseñor para que interviniera en el conflicto y así se obtuviera una solución, no obstante, dijo que no ha tenido de respuesta.
“Involucrado hasta cierto grado. Estoy sabedor de lo que está pasando, involucrado por promover, no. No sé porque lo dice el señor Víctor”, dijo.
Refirió que, además de hacerle la solicitud al arzobispo, llamó a los comisionados en turno y al sacerdote para llegar a un posible arreglo o alcanzar una negociación, la cual no se ha cristalizado.
El edil también le refutó al arzobispo sobre el número de personas que sacaron al párroco, pues señaló que fueron más de 500 los inconformes con el párroco. Rechazó que este conflicto eclesiástico esté causando ingobernabilidad en el municipio.
Dijo que el problema con el párroco inició desde finales del mes de agosto y refirió que se originó porque no quería oficiar misas, porque las cobraba antes de celebrarlas, porque nos las llevaba a cabo en los tiempos marcados y además porque les duplicó el costo.
“Yo sí puedo decir abiertamente que no se le ha dado la importancia necesaria a este asunto de parte de la Iglesia”, recriminó.
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