#ElRincónDeZalacaín: Lo excéntrico y banal
“Soy el enemigo número uno de las hamburguesas” Luis Marcet
(Zalacaín el número dos)
Madrid, España.- Las noticias sobre la banalización de la gastronomía europea eran para el aventurero Zalacaín motivo suficiente para rendir culto nuevamente al gran cocinero Santi Santamaría, el hombre con los suficientes conocimientos, ética y carácter, para hacer frente a las excentricidades a veces confundidas con gastronomía, eran, más bien, dignas de los libros donde se registran cosas extrañas.
Hacía muchos años ya, el 5 de octubre de 2007 para ser precisos, Jesús Manuel Muñoz, Marketing Impact Manager de Burger King en España le había enviado una carta al afamado cocinero pidiéndole aceptar el reto de hacer una hamburguesa, mejor a la estrella de la casa, la Honey & Mustard Tendercrisp, con base en carne de pollo.
En respuesta al reto Santamaría escribió un libro, Premio Temas de Hoy 2008, se llamó “La Cocina al Desnudo”, uno de los infaltables en la biblioteca del aventurero, había adquirido 4, y los repartía en sus habituales estancias en Puebla o en Madrid.
Por lo visto el reto de las hamburgueserías en serie no se detuvo ante la respuesta de Santamaría, consiguieron en otros lares aportaciones para conseguir con ingredientes exóticos, caros, crear nuevos productos con base en el concepto de “hamburguesa”.
Hace algunos años cobró fama un cocinero holandés, Diego Buik, conocido entre sus seguidores como Burger King, por su extrema afición a las hamburguesas, lo ha intentado todo y por lo visto ha conseguido pasar a la historia con la aportación de la hamburguesa, sino la más popular y sabrosa, pues pocos la han probado, sí la más cara en el mercado actual.
A este hombre se le ha ocurrido instaurar el Día Internacional de la Hamburguesa basado en sus anteriores experiencias, ya en 2005 había ganado un premio por la mejor hamburguesa en Rotterdam, para recordarlo se hizo un tatuaje de hamburguesa en el antebrazo.
Tiempo atrás había llegado al récord de vender 15 mil hamburguesas en seis meses y para festejarlo organizó un evento donde preparó 100 diferentes hamburguesas llamadas de “edición limitada” y juró no volver a hacer la misma hamburguesa nunca más.
De ahí el reto de crear hace unos días la hamburguesa más cara del mundo, y lo hizo, su precio 2050 Euros, unos 44 mil 590 pesos, según el tipo de cambio del día, sin papas fritas.
Diego Buik actualmente es el chef ejecutivo del restaurante South of Houston en La Haya, Holanda, y dicen de él quienes le conocen “entre sus venas no corre sangre, corre cátsup”.
El excéntrico plato está elaborado con base en un buen trozo de Wagyu, un corte añejado de carne japonesa y Angus Negra, cuyo costo ronda los 645 euros el kilo, lleva unos 200 gramos cada hamburguesa, langosta del río Oosterschelde inyectada con ginebra Hermit del mismo río de donde provienen las langostas, foie gras, trufa blanca de unos 695 euros el kilo; queso, tomate japonés de 80 euros la ración, 30 gramos de caviar, una salsa producto de la reducción de 35 langostas, vainilla de Madagascar, azafrán, café Jamaica Blue Mountain, brotes de lechuga francesa, a razón de 15 euros cada uno, y una salsa de soja de 34 años, unos 90 euros la botella. También lleva Jamón Ibérico de 160 euros el kilo, el pan es un brioche de azafrán bañado en pan de oro, cuesta al menos 120 euros, además lleva un chutney de cebolla ahumada en el ahumadero de Lobo de Luna.
El costo total de cada hamburguesa ronda en los mil euros, más la elaboración, presentación, utilidades e impuestos. Las papas fritas y las bebidas son aparte. El platillo, conocido como “U” está a disposición del público siempre y cuando llame al menos dos días antes para reservar.
Hace muchos años, un catalán avecindado en la Ciudad de México, Luis Marcet, quien pasó de la especialidad de marketing a los fogones, puso un restaurante en las calles de Humboldt, se llamó y sigue llamándose “El Mesón del Cid”, además de su afición por los tomates, tenía la vocación de escribir y entre otras cosas publicaba en algunos diarios nacionales “El Rincón de Gastrófilus” y un boletín “Cinco Tenedores” y algunos libros como “La Penúltima Copa de Champagne” y otro con gran contenido ideológico “¿Hamburguesas?, no gracias”, donde Luis se declaraba “el enemigo número uno de las hamburguesas”; al aventurero le tocó gozar, disfrutar cientos de convivios y charlas con Marcet y luego de escuchar sus razonamiento sobre las hamburguesas, adoptó ser al menos el enemigo número dos de las hamburguesas… Y después de leer las excentricidades de Diego Buik, Zalacaín se reafirma como tal.
Video en: https://youtu.be/1A_f3vfdUuU
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