Regiones con daños carreteros, a merced de la delincuencia

Captura | Las malas condiciones en la carretera Ixcaquixtla-Acatlán de Osorio propiciaron aumento en la delincuencia.
Por Francisco RIVAS
  • Los caminos de varias comunidades se han convertido en zonas de alto riesgo para los pobladores que necesitan transitar por ahí.
Las condiciones de deterioro en 136 tramos carreteros en la entidad no sólo impactan en la economía de las comunidades, también en su seguridad.


Al consultar a pobladores de cinco municipios con caminos en mal estado aseguraron que este tipo de deficiencias en la superficie de rodamiento se volvió un riesgo, al quedar a merced de delincuentes.

En Ixtepec, Juan Vázquez se dedica a conducir un taxi colectivo que presta servicio a localidades cercanas, aunque también realiza viajes a Zacatlán.

Explicó que aunque él particularmente no ha sido víctima de asaltantes, conoce amigos y familiares que sí.

Contó que en la mayoría de los casos que conoce, los hechos ocurrieron debido al deterioro de la carretera, porque pararon y los abordaron sin oportunidad de alejarse.

“Sólo a un primo le pasó que le cerraron el paso, pero a dos amigos y a un tío sí les cayeron porque cayeron en un bache, y creo que otro fue porque faltaba un cacho de carretera,” comentó.

“Pues es que si te bajas, esta carretera es solitaria y ahora pasa que nada más andan viendo a quién robar; pues te caen y te quitan todo,” mencionó el poblador de Ixtepec.

Una situación similar se vive en la región de la Sierra Negra, relató Macario Andrade.

Según su experiencia, al viajar por la carretera Azumbilla-Tlacotepec de Porfirio Díaz, a la altura de Vicente Guerrero, pasó el peor susto de su vida, cuando un bache arruinó una de las llantas de su vehículo, y mientras trataba de cambiar el neumático, lo asaltaron.


Esto ocurrió el año pasado, justo cuando, a su parecer, comenzó a subir la incidencia delictiva en la zona, por la presencia de bandas dedicadas al robo de combustible que fueron a refugiarse a esa parte del estado.

“Nunca pensé que me pudiera pasar a mí y en plena luz del día, porque sólo me detuve a cambiar la llanta, y en menos de cinco minutos ya me había quitado todo,” relató.

“Llevaba unos 10 mil pesos en efectivo y un reloj; no sé por qué no se llevaron el coche, pues nada más era cambiar la llanta,” recordó.

Sin que posea datos oficiales, estima que desde 2016 toda esa carretera se convirtió en una zona de alto riesgo, porque igual operan estos grupos que asaltan, pero afirmó que conoce de casos de levantones y venta de combustible robado.

En la carretera Ixcaquixtla-Acatlán de Osorio, en la Mixteca, también hay testimonios de que las malas condiciones de la misma propiciaron que usuarios fueran víctimas de la delincuencia.

Magdaleno Hernández, de Acatlán, aseguró que en un viaje a Tepexi de Rodríguez tuvo la desafortunada experiencia de que su auto tuviera una avería y, como en el caso anterior, un grupo de personas aprovecharan para despojarlo de mercancía.

“No es algo que me guste contar, porque la pasé mal, pero sí me pasó que al pararme en la carretera, después de caer en un bache, me robaran mis productos,” explicó.

Como los demás testimonios, confió en que las autoridades estatales y también las municipales atiendan los problemas de abandono en los caminos, para que no se vuelva un pretexto para que crezca la inseguridad.

“Todo por la carretera”

“Veníamos de noche, no nos fijamos que había una zanja, porque no era un bache, y se dañó la camioneta. Y como nos paramos, aprovecharon para asaltarnos y llevarse todo, nos dejaron sin nada,” recuerda José Martínez, habitante de Tepango de Rodríguez.

Explica que la carretera Interserrana, que exhibe daños como ninguna otra, siempre se caracteriza por su peligrosidad, pero en 2016 les tocó que un problema vial se convirtiera en uno delictivo.

Recuerda que en octubre de ese año viajaba en compañía de un hermano y su papá desde Zacatlán, y a la altura de Ahuacatlán, la unidad cayó en una zanja y ya no pudieron librarla.

La suspensión se descompuso y pararon, momento en que llegó un grupo de hombres y les exigieron sus artículos de valor y dinero.

“Pues les dimos todo lo que teníamos, no era mucho dinero porque habíamos ido a comprar verduras a Zacatlán, pero nos bajaron parte de la carga, relojes y teléfonos, y no se llevaron la camioneta porque no servía; pero si no, también eso se llevaban,” relata.

“Y todo por la carretera, porque si no hubiera estado con la zanja, pues nos hubiéramos seguido y no nos habrían robado,” lamenta el vecino de Tepango de Rodríguez.

José menciona que cada año aparece un nuevo daño en la carretera y los usuarios deben enfrentarse a las afectaciones que pueden generar en sus vehículos o, como resultado de una avería provocada por el estado de la superficie de rodamiento, se ponen en riesgo ante bandas de asaltantes.

Asegura que esa parte de la entidad comienza a verse afectada por la inseguridad, pero no en la misma proporción que en otros sitios, como en la Carretera Federal México-Tuxpan, desde Huauchinango hasta Venustiano Carranza.

Tampoco, dice, como sucede en la carretera de Zacapaoxtla a Cuetzalan, en donde cree es común la incidencia delictiva, donde los turistas son las principales víctimas.

“Desde esa vez ya nos acordamos en dónde son los puntos de riesgo de la carretera, para ir despacio y evitar que por un hoyo o un bache nos paren y nos roben; pero siempre es un riesgo por aquí,” manifiesta.




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