El Miedo Marinista no Anda en Burro: Viaja en Suburban Prieta



Una orden de aprehensión perdida en el tiempo regresó del más allá y alcanzó al notario Valentín Meneses, quien un día antes, en su calidad de dador de fe pública, estuvo presente en una sesión solemne del Comité Estatal del PRI en Puebla.
A las 10:25 de la mañana del sábado, nuestro personaje entró a su WhatsApp por última vez.

Minutos después la suerte le cambió.

El tema de las preliberaciones otorgadas en los últimos días de su paso por la Secretaría de Gobernación motivó el obsequio de una preciosa orden de aprehensión en 2013.

La orden no fue ejecutada porque Meneses terminó negociando temas relacionados al transporte público con el gobierno de Rafael Moreno Valle.

La orden, entonces, regresó a los archivos de la antigua Procuraduría General del Estado.

Tras la detención de Mario Marín, en Acapulco, la orden de aprehensión salió del archivero de la Fiscalía local y viajó en una camioneta de policías ministeriales hasta donde se encontraba el notario.

Desde la noche del sábado, Valentín duerme entre los peces… que habitan el Cereso de San Miguel.

(Está en el dormitorio Z, zona en la que habitan varios ex servidores públicos. Ahí convivirá, entre otros, con Óscar Chapa Palomeque, adicto a Fernando Manzanilla, quien fue en su momento Oficial Mayor de la SEP).

Faltando unos días para que Moreno Valle rindiera protesta como gobernador de Puebla, Valentín Meneses negoció desde la Secretaría de Gobernación la libertad de varios internos considerados peligrosos: secuestradores, homicidas, violadores.

Los precios variaron según el tamaño del pez.

Varios millones de pesos se embolsaron los beneficiarios de ese singular programa de preliberación.

Desiderio Jiménez, por ejemplo, se encontraba purgando una condena por secuestro en el penal de Tepexi de Rodriguez.

Originario de Tepeaca, tenía una clínica de equinoterapia.

Él y una mujer planearon un secuestro, lo consumaron y terminaron en prisión.

Desiderio quedó en libertad a unas horas de que Moreno Valle rindiera protesta.

La socia sigue tras las rejas.

Fuentes dignas de crédito dicen que el secuestrador pagó dos millones para gozar de su libertad.

Ese perfil de delincuentes fue el que resultó beneficiado.

En unas horas sabremos si el notario enfrentará el proceso en libertad o en prisión.

Sea como sea, ya hubo varios efectos de su detención.

Vea el hipócrita lector:

Ya no irá en el lugar 21 en la lista priista de candidatos plurinominales por la Cuarta Circunscripción.

Seguramente dejará de ser notario del PRI estatal.

Su patente de notario está en riesgo de perderse.

Y Alejandro Armenta ya no buscará ser candidato a la alcaldía de Puebla.

(Cosa curiosa: tras anunciar sus diez puntos torales para cambiarle el rostro al municipio de Puebla, reveló que no participará en el proceso interno de Morena).

El miedo no anda en burro: viaja en Suburban prieta.

Justo cuando algunos priistas y panistas despistados siguen creyendo que su alianza electoral les dará buenos frutos, la sombra de las órdenes de aprehensión y el efecto Marín ya vuelan sobre ellos.

Quien no lo entienda sufrirá las consecuencias.

La campaña de Morena a nivel nacional y local es previsible:

Los spots tendrán la imagen de Marín.

¿Quiénes votarán por una opción ligada a los siete pecados capitales y otros más

Por cierto:

Hasta antes de la aprehensión de Valentín Meneses, Alberto Jiménez Merino buscaba ser candidato a la diputación local por el distrito 22, con cabecera en Izúcar de Matamoros.

Hoy que su ex coordinador de campaña —en la elección de 2019— y su principal financiero y apoyador están en la cárcel, ¿insistirá en su obstinación?

Si lo hace es porque tampoco sabe leer la realidad.

Nota Bene 1. Un buen amigo abogado me hace una anotación muy inteligente: “Todos los asuntos anteriores al 18 de junio de 2016, acaecidos en Puebla capital, deberán juzgarse con el Sistema Penal Inquisitorio, y los posteriores con el Sistema Penal Acusatorio. Es decir: a través de audiencias. Y esto es muy importante pues los prolegómenos procesales son muy distintos”. El que entendió, entendió.

Nota Bene 2. ¿Llamarán a declarar —en el contexto del juicio contra Mario Marín— a la “procuradora de hierro”, Blanca Laura Villeda?

Seguro que sí.

Faltaba más.

Con todo y changuito tití.

¿Y el distinguido marinista Víctor Rubén Reyes Tapia?

¿Qué se fizo?

Era un experto en agarrar la pata de la vaca y en cambiar los dictámenes.

Nota Bene 3. En la ruta marinista hay un personaje clave también adicto a Fernando Manzanilla: Francisco Ramos Montaño, dirigente en Puebla del PES y protagonista del matrimonio más breve en la historia del mundo.

Ramos se ganó a Marín jugando fútbol en Casa Puebla.

A falta de seso, tenía pulmón.

Y celebraba a gritos los goles que anotaba el gobernador.

Tras ganarse su confianza, creció brutalmente en dos aspectos: el financiero y el político.

Tanto dinero ganaron él y su hermano Félix que hasta una inmobiliaria tienen, además de otros negocios.

Ahora que el gobernador ya anunció que se investigan a los prestanombres de Mario Marín no estaría de más escudriñar los bolsillos de Paco Ramos.

Además de bolsitas de té de manzanilla, encontrarán muchas monerías.

Es todo un machuchón, diría el gobernador Barbosa.



¿Y Nacho Mier? Un poco malinformados andan los reporteros de Reforma que metieron a Ignacio Mier, presidente de la Junta de Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, en un reportaje sobre supuestos marinistas.

Nacho no fue presidente del PRI estatal en el sexenio de Marín.

Al contrario.

Fue uno de sus opositores más conspicuos.

Su antimarinismo es legendario.

Seriedad, señores.

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