Tiene orígenes en Ixcaquixtla y podría ser presidente de Balancán, Tabasco.
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| Foto: Facebook |
Punto y Aparte
Por A Diaz
En Balancán ¿aspirante de la Sociedad Civil?
Un selecto grupo de balancanenses, con presencia social y económica, preocupados, por el declive de su municipio, buscan opciones que pudieran sacarlos del marasmo en que se encuentran.
Así, han volteado la vista hacia perfiles, no tan convencionales. Es así que su búsqueda la iniciaron en la Sociedad Civil de aquel lugar.
Entre otros, ven con buenos ojos, la trayectoria, mesura y discreción del docente del Instituto Tecnológico Superior de Los Ríos, Aquilino Parra López, integrante de una familia muy apreciada y reconocida por aquellos lares.
Parra López nació el 15 de abril de 1970, en una clínica, ubicada al lado del parque de “Los Pajaritos”, en el pleno centro de Villahermosa; que les prestaba el servicio médico a los trabajadores de la refresquera donde laboraba su padre.
Sin embargo, a la usanza antigua, fue asentado en las tierras de sus ancestros, San Juan Ixcaquixtla, en Puebla. Hijo segundo del matrimonio conformado por el señor Aquilino Parra García, y, la profesora y empresaria hotelera, Eustolia López Gómez, cariñosamente, identificada, en el pueblo, como “Doña Tola”.
El jefe de familia llegó a Tabasco, gracias a la motivación de un amigo, que le comento que en Villahermosa había mucho trabajo; éste trabajaba en la Pepsi Cola.
Don Aquilino senior, inició como como vendedor en Villahermosa, con la ruta de Tamulté-Gaviotas, por allá de 1969. Sin embargo, en 1973, le ofrecen la exclusiva distribución del mencionado refresco, en Balancán, donde radican, desde hace 50 años.
Su familia, es reconocida como gente de trabajo. Tuvieron una tienda de ropa de telas y ropa, denominada Almacenes Hildys, que duró en servicio, cuarenta años. Con tal prestigio, que sus proveedores, judíos y españoles, les daban crédito abierto, sin mayor papeleo. Igualmente, administran el hotel Balamku.
Parra López tiene dos hermanas: Hilda Rocío, y María Graciela, quien ya fue Síndica de Hacienda y candidata independiente, a una diputación federal.
Casadocon la Ingeniero Industrial y Maestra en Dirección de Empresas, Magdalena Vera Morales. Padre de Leonor Ivonne, y de Elisa; productos de su anterior matrimonio con la licenciada en Administración Lissette Flores Loza.
Parra realizó sus estudios básicos: los de Primaria, en la escuela “Lugarda Ramírez” (1976-1982). Los del siguiente nivel, en la Escuela Secundaria Federal ES-362-7 (1982-1985). Ambos, en Balancán. Su Preparatoria, en el CBTIS número 32, en Villahermosa, Tabasco (1985-1988).
Ingeniero Electricista, con la especialidad en Sistemas Eléctricos de Potencia, egresado de la ESIME – IPN (1989-1993). Cédula Profesional: 2318921.
Es Maestro en Dirección de Empresas, por el Instituto Universitario Puebla, Villahermosa, Tabasco (2011-2013). Cédula Profesional: 09078776. Actualmente, prepara su tesis para obtener el grado de Doctor en Liderazgo y Alta Dirección, por el Instituto Universitario de Yucatán.
Entre otras actividades profesionales, destacan las siguientes:
Profesor Asociado A, en el ITSR (1998-2023). Coordinador de Servicios Municipales en la administración del Lic. Patricio Moguel Pérez (2004-2005).
Director de Tránsito Municipal en la administración del Lic. Mario Bocanegra Cruz (2015-2017) en el H. Ayuntamiento de Balancán.
Jefe de la División Académica de Ingeniería Electromecánica, ITSR (2018-2019); Además, fue parte de la planilla del candidato al Ayuntamiento de Balancán, por la Coalición por el Bien de Todos, Darvin González Ballinas, en el 2006.
Formó parte del Patronato Pro Tecnológico que encauzó la lucha del pueblo balancanenese, para lograr el ahora ITSR.
Le gusta leer, principalmente libros de Historia. Disfruta el béisbol, admira al ex pícher ligamayorista Fernando Valenzuela. No desprecia un buen tequila.
Sus cercanos comentan que es un buen ser humano, que a pesar que en su juventud no sufría estrechez económica, se portó y sigue haciéndolo, con verdadera humildad. Defensor de causas injustas; y que aplica, en su entorno social, familiar, y, laboral, una inusitada empatía.
En la Secundaria, le atrajo el futbol, tanto que proveía de balones al equipo. Sus compañeros, se sentían con el “deber moral”, de sacarlo de la banca, para que jugara; hasta que él mismo se percató que no era lo suyo. Acabó el sufrimiento de sus coequiperos, pero también la dotación de balones.
Veremos, sí lo convencen, y lo dejan.
