Carmen y su hija sobrevivieron a la volcadura de un autobús, pero SCTA las dejó a su suerte.

Carmen y su hija Luz Ivonne son dos de las más de 20 víctimas que sobrevivieron a la volcadura del autobús de la línea SCTA. Foto: Cortesía


Carmen, de 68, y su hija Luz Ivonne de 44, son dos de las más de 20 víctimas que sobrevivieron a la volcadura del autobús número 30 de la línea SCTA ocurrido el pasado 13 de febrero en Tepexi de Rodríguez; aunque en su momento la administración de la línea del transporte público se comprometió a cubrir los gatos médicos y realizar una investigación a fondo, al momento nada de lo anterior ha sucedido.

La vida de ambas mujeres estuvo en riesgo e incluso han sufrido diversas secuelas físicas, sicológicas y económicas. Ante la nula respuesta de los representantes de la mencionada línea camionera, las afectadas interpusieron la denuncia correspondiente ante la Fiscalía de Puebla quien radicó la carpeta FGEP/ CDI/ UEMSV/ INTEGRIDAD-CORPORAL-I/1171/2024.

Además de ello, hicieron un llamado para que las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tome cartas en el asunto, regule, sancione o desaparezca a la ruta SCTA que incluso ha sido protagonista de múltiples accidentes en la región, pues tan solo el pasado 5 de junio, familiares de lesionados de otro accidente de la misma empresa de autobuses decidieron manifestarse y cerrar la carretera en la comunidad de Nopala, para exigir que la línea se haga responsable de los gatos médicos.

Luz Ivonne Vázquez Gómez, de 44 años de edad, contó que ella y su madre Carmen, de 68 años, son vecinas de Huauchinango. Foto: Cortesía


Madre e hija sobreviven a caída de 15 metros

En entrevista para El Sol de Puebla, Luz Ivonne Vázquez Gómez, de 44 años de edad, contó que ella y su madre Carmen, de 68 años, son vecinas de Huauchinango; por motivos personales de manera regular deben viajar a Tepexi de Rodríguez; el 13 de febrero de 2024 tuvieron un accidente en el kilómetro 47 de la carretera estatal La Colorada–Ixcaquixtla, aparentemente, el chofer del autobús con número económico 30 chocó contra una camioneta y después volcó a 15 de los 30 metros de profundidad de una barranca de la zona.

Ante ello, 22 personas, incluido el chofer de la colectiva, resultaron heridas, siendo rescatadas mucho tiempo después para luego ser llevadas a un hospital local, donde al no contar con lo necesario, tuvieron que trasladar a algunos de los lesionados, entre ellos a Luz Ivonne y a su madre Carmen, a los hospitales de Traumatología y Ortopedia, una del sector Salud y otra del IMSS.

Luz Ivonne presentó una cortadura en la pierna y una lesión en la columna, mientras su madre, quien es diabética e hipertensa, sufrió otras heridas y requirió de injerto de hueso en la cadera. Aunque ya fueron dadas de alta del hospital, continúan con secuelas de diverso tipo.

“Yo en lo particular no he podido trabajar desde que me accidenté, ya que debo cuidar a mi mamá que quedó con lesiones crónicas y aunque de por sí iba a tener desgaste de rodilla, este le vino de forma prematura por la volcadura, tiene una placa en la pierna que le va a imposibilitar doblar la rodilla; mi mamá antes del accidente no usaba ningún aparato ortopédico, ahora ha tenido que estar en una cama de hospital, usar una silla de ruedas, bastón y andadera porque ya no tiene la misma movilidad”, acusó la mujer de 44 años.

La declarante agregó que en el hecho de tránsito perdieron objetos de valor, documentos oficiales, dinero e identificaciones, pero principalmente, iban a perder al vida, y aunque en el hospital regional donde fueron atendidas en primera instancia dejaron sus datos personales y de contacto, la empresa ni la aseguradora, las han buscado.

El hecho, incluso, al menos a Luz Ivonne, la ha dejado marcado sicológicamente ya que vive con el miedo de volver a sufrir un accidente de gravedad.

“Fue una cosa espantosa, vi cómo nos fuimos al vacío, todavía me acuerdo del sonido de las piedras incrustándose en los vidrios, cómo se metieron las ramas, los golpes, el grito de desesperación de las personas, porque sentíamos que nos íbamos a ir más al fondo. A la fecha tengo miedo, pues cuando subo al trasporte público siento que en cualquier momento voy a volver a sufrir un accidente como en la unidad 30 de la línea SCTA”, relató la también madre de familia, quien resaltó que de haber muerto sus dos hijos habrían quedado en la orfandad, por lo que no se le hace justo que SCTA no responda por los daños.

Madre e hija acusaron que el responsable del accidente fue el chofer de la ruta. Foto: Cortesía


Piden regular autobuses o retirar concesiones

Madre e hija acusaron que el responsable del accidente fue el chofer de la ruta, un hombre de alrededor de 50 años de edad, quien llevaba el radio a todo volumen, iba distraído con el celular y manejaba demasiado rápido.

Esto se suma a que, según las denunciantes, los choferes de la ruta SCTA siempre van peleándose el pasaje y son irrespetuosos con los usuarios, ya que es la única línea del transporte público que hay en la región para poder llegar a Tepexi de Rodríguez.

“Desde que salen de Puebla a Tepexi van muy rápido, se van comunicando por teléfono con sus compañeros para avisarles qué unidades ya rebasaron, se van peleando el pasaje; uno apenas sube y de inmediato arrancan, siempre van jugando con la vida de los pasajeros porque a ellos no les importa los usuarios, son camiones viejos y obsoletos que no tienen cinturón de seguridad”, agregó la señora Carmen.

Ante esta situación, por un lado, la mujer de la tercera edad junto con su hija pidió la intervención de las autoridades correspondientes para regular a la línea SCTA, y por el otro, llamó a otros lesionados del mismo u otro accidente, a sumarse a estas exigencias e interponer de igual manera la denuncia correspondiente con el fin de que pronto tengan una solución.

“Invito a las demás personas que hayan resultado heridas o que hayan tenido otro tipo de percance con esta línea, a que se unan a esta exigencia de pedir un transporte seguro y digno para la población; sé que se han registrado más accidentes ya que he pasado por el corralón que está en “Moralillo” y hay un camión olvidado que estuvo involucrado en algún accidente, pero, así como ese, la unidad en la que nosotros viajamos quedó inservible”, exclamó Luz Ivonne.

Abogado buscará revocación de concesiones

Por último, Francisco Tlahuicole Hernández Reyes, abogado de Luz Ivonne y Carmen, reiteró que ya se interpuso la denuncia correspondiente por lesiones culposas, tanto al chofer como a la línea del transporte público.

Sin embargo, debido a las facultades administrativas que tiene la Secretaría de Transporte, adelantó que por la vía civil se iniciará un procedimiento, una solicitud para que puedan investigar a la línea SCTA y en caso de que proceda, se apliquen sanciones e incluso revoquen concesiones.

“Existe una Ley de Transporte en Puebla, la cual contiene diversas obligaciones para empresas y choferes que evidentemente en el caso de la línea SCTA no se cumplen en lo mínimo y lo podemos ver en el tipo de servicio que prestan de transportar a personas de un municipio a otro; en el tema de sus unidades no tienen las medidas mínimas de seguridad, carecen de capacitación sus choferes y no cuentan con un seguro específico para este tipo de accidentes”, detalló el litigante.

La autoridad administrativa sea consecuente con esta situación. Foto: Cortesía

Finalmente dijo que el que la autoridad administrativa sea consecuente con esta situación, provoca que haya más accidentes, pues si bien en el caso de sus representadas fueron afectaciones a su salud, “basta con una búsqueda en internet para darse cuenta de que esta línea ha estado involucrada en otros hechos viales con decesos”, concluyó.


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